Con el calor y el verano a punto de llegar, es importante que intentemos mantener nuestras casas lo más frescas posible. De hecho, si disponemos de aire acondicionado, podremos bajar de forma rápida y sencilla la temperatura de nuestra casa.
En el artículo de hoy, te daremos algunos consejos para refrescar tu hogar durante todo el día.
Cerrar las puertas
Es crucial cerrar las puertas de las habitaciones que no se utilizan, especialmente en los momentos más calurosos. De esta manera evitaremos que el calor se esparza por toda la casa y podremos mantener la frescura donde realmente la necesitamos.
Airear la casa
Si antes hemos dicho que lo mejor es cerrar las puertas cuando hace más calor, cuando se pone el sol lo más recomendable es abrir puertas y ventanas. Abrir puertas y ventanas no solo reduce la temperatura, sino que también crea corrientes de aire que nos permiten dormir mejor.
Utilizar bombillas LED
¿Sabías que las bombillas LED emiten un 90% menos de calor que las bombillas incandescentes? Sin contar la energía ahorrada y cómo se reflejará en la factura de la luz.
Bajar las persianas
Hasta el 30% del calor que intentamos evitar entra por las ventanas. Si queremos mantener el calor fuera de casa, una de las opciones más efectivas es bajar las persianas. Podemos reducir la temperatura de una habitación hasta seis grados si evitamos que la luz del sol entre en las ventanas cuando hace más calor.
Usar sábanas de algodón
Es evidente que no es lo mismo dormir en verano que en invierno, por tanto, las sábanas tampoco deberían ser las mismas. Para poder dormir a gusto en verano, la mejor opción es poner unas sábanas de algodón, ya que aparte de dejar respirar la piel, se mantienen frescas.
Plantas para refrescar el ambiente
Las plantas refrescan y purifican el aire de nuestro hogar. Si tenemos plantas, tanto en el interior como en el exterior de nuestra casa, y las regamos a menudo, conseguiremos una casa mucho más fresca y el aire será menos seco.
Como os hemos podido mostrar, hay diferentes acciones que podemos hacer para que nuestro hogar no se convierta en un horno sin tener que recurrir al aire acondicionado.